La compañía decidió retirarlo del mercado en forma
permanente; es porque se conocieron nuevos casos de explosión de este
smartphone, pero de la segunda versión que en teoría resolvía el problema
original
Samsung pidió ayer en un comunicado a los dueños del celular
Galaxy Note 7 que apaguen el equipo en forma inmediata y dejen de usarlo, al
tiempo que frenaba sus ventas en todo el mundo. Es mientras investiga nuevos
reportes de explosiones y fuego de al menos cinco unidades de este equipo, pero
de la segunda tanda de producción del teléfono, que en teoría corregía los
problemas de sobrecalentamiento de la batería que tuvo la primera edición (con
una treintena de casos reportados de ignición), y que hizo que aerolíneas de
todo el mundo pidieran a sus dueños que no usaran el equipo en vuelo por temor
a un incendio.
Hoy el Wall Street Journal reporta que en una presentación
ante un ente regulador de Corea del Sur, la compañía confirmó que decidió cesar
por completo la producción de este teléfono, que presentó a principios de
agosto con muy buena recepción de la crítica especializada, puso en venta
internacional el 19 de agosto y debió retirar el mercado a principios de
septiembre luego de múltiples reportes de teléfonos que se calentaban y
prendían fuego.
La compañía ya había fabricado al menos 2,5 millones de
smartphones y estimaba vender 19 millones de equipos, e inició una campaña de
recambio que implicaba pedirle a los dueños el Note 7 que lo cambiaran por una
segunda versión de este modelo, que supuestamente corregía los problemas
originales.
Esto representaba una pérdida de mil millones de dólares
para Samsung, el mayor fabricante de smartphones del mundo. Tras el anuncio de
ayer, se desplomó el valor de las acciones de la compañía surcoreana y perdió
17.000 millones de dólares de capitalización bursátil, mientras se especula con
que Samsung podría dejar de desarrollar esta línea de teléfonos, que nació en
2011 e impulsó el uso de smartphones con pantallas grandes.
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